El New York Times publica un artículo sobre las mujeres ucranianas que comenzaron a trabajar en minas y otras condiciones difíciles donde tradicionalmente trabajaban los hombres antes de la guerra.
Durante la guerra, en una de las minas del Donbás se movilizaron mil hombres, una quinta parte de todo el equipo. Para compensar parcialmente su ausencia, se reclutó a unas 330 mujeres.
Una de ellas es una joven de 21 años llamada Yatsina, que trabajó como niñera hace un año y medio. Le interesaba un salario alto y la perspectiva de una pensión. Pero al final le gustó el trabajo en sí y ahora quiere ser ingeniera eléctrica.
Valentina Korotayeva, de 30 años, ex vendedora de Pokrovska, trabaja como operadora de grúa en la mina de Pokrovska. Perdió su trabajo cuando un cohete cayó cerca de la tienda. Yuliya Koba, ex psicóloga infantil, trabaja como operadora de cintas transportadoras.
La mina se convirtió en una oportunidad para que decenas de miles de personas consiguieran un trabajo estable en una economía devastada por la guerra. Varias mujeres señalaron que trabajar en la mina se convirtió en una forma de participar en las operaciones militares, apoyando la economía ucraniana mientras los hombres luchaban en el frente.
Las mujeres dicen que al principio había estereotipos de género entre los colegas masculinos, pero con el tiempo se dieron cuenta de que las mujeres pueden hacer el trabajo tan bien como los hombres.
Además, muchas mujeres ucranianas se convirtieron en conductoras de camiones o autobuses, soldadoras en plantas siderúrgicas y trabajadoras de almacenes. Miles de personas se unieron voluntariamente al ejército.
Sin embargo, esto no es suficiente para cubrir la enorme escasez de mano de obra provocada por la guerra.
Al mismo tiempo, los empleadores ucranianos dicen que las mujeres son reacias a aceptar trabajos "masculinos" difíciles, porque en Ucrania hay muchas ofertas de trabajos "femeninos" con buenos salarios. Además, no hay obstáculos para que las mujeres vayan al extranjero y encuentren trabajo allí, lo que muchas hacen.
Como resultado, en el mercado laboral de Ucrania hay escasez no sólo de especialidades "masculinas" sino también de especialidades "femeninas".