Con la llegada del invierno, los ucranianos se preparan para nuevas pruebas que pueden afectar significativamente su actitud ante la guerra. Como señala The Washington Post, en las condiciones de un conflicto prolongado, un invierno frío y difícil será una prueba no sólo para la resistencia física de la población, sino también para la moral.
"Llegarán días fríos y oscuridad, y con ello puede haber un cambio en la actitud de los ucranianos ante la guerra",
escribe WP.
Lo mismo dijo al periódico un alto funcionario ucraniano.
"Este invierno podemos tener problemas muy, muy graves",
considera el funcionario.
En su opinión, este invierno la gente puede "agotarse, deprimirse y enojarse". En última instancia, esto puede afectar la moral de la sociedad.
"Mi mayor temor es que cuando la gente pase por un invierno como éste, no haya ninguna manera de encontrar un consenso entre la población",
afirmó.
WP señala que a pesar de todas las medidas adoptadas por Ucrania y sus socios, la mayor parte de la producción energética de Ucrania este invierno seguirá concentrada en grandes centrales eléctricas, lo que permitirá a Rusia infligir el máximo daño con ataques con misiles, como lo hizo el mes pasado.