Los científicos estadounidenses realizaron un estudio que demostró que la intimidad física entre la pareja puede reducir significativamente el dolor durante el parto. Este estudio surgió después de que uno de los científicos intentara ayudar a su esposa durante el parto y se interesara por saber si el contacto entre amantes podía afectar las sensaciones de dolor.
En el experimento participaron 22 parejas heterosexuales que estuvieron en una relación de 2 a 10 años, con edades comprendidas entre 23 y 32 años. Las mujeres estuvieron expuestas a calor en los antebrazos, lo que les provocó un dolor leve. Durante el experimento, las parejas se encontraban en diferentes condiciones: a veces los socios podían tocarse y otras no.
Los resultados revelaron un patrón interesante: cuando las parejas estaban cerca y sus latidos y respiración estaban sincronizados, las mujeres sentían menos dolor. Al mismo tiempo, cuando las parejas estaban en habitaciones diferentes, no se producía sincronización y el dolor de las mujeres no disminuía.
Esta investigación muestra la importancia de la intimidad física, especialmente durante momentos importantes como el parto, cuando incluso un toque ligero puede ayudar a aliviar el dolor.