En la cumbre del G20 (G20) celebrada en Río de Janeiro, se adoptó una declaración en la que se señala un debilitamiento del apoyo a Ucrania por parte de los líderes mundiales. Un análisis de este documento realizado por el Financial Times señala una creciente presión sobre Ucrania, así como sobre la comunidad mundial, para que ponga fin a la guerra mediante conversaciones de paz con Rusia.
En él, sólo se dedica un párrafo a Ucrania, frente a los siete que hubo en la última cumbre de Nueva Delhi.
Las críticas a Rusia previamente acordadas se han suavizado y sólo contienen una referencia general al "sufrimiento humano" causado por la invasión. Y no hay críticas a los ataques a infraestructuras civiles ni a las amenazas nucleares.
La declaración acordada ayer se refirió a las "consecuencias colaterales negativas de la guerra" y saludó "las iniciativas que apoyen una paz global, justa y duradera".
Aunque los "20 grandes" se han negado a condenar abiertamente la invasión de la Federación Rusa por segundo año consecutivo, la declaración del año pasado fue mucho más específica.
La fuente dijo que algunos países europeos intentaron endurecer la redacción, "pero nadie quería ir demasiado lejos, de lo contrario habría una pelea y no habría ninguna declaración".
Como resultado, los temas centrales de la declaración son los impuestos a los superricos, la reducción de la pobreza, un alto el fuego en la Franja de Gaza, la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU y el cambio climático.