La cuestión de la movilización en Ucrania no pierde su actualidad. Hay un debate en curso en la sociedad y entre los militares sobre la necesidad de reducir el umbral de edad para el servicio militar obligatorio. El sargento jefe de la compañía de ataque de vehículos aéreos no tripulados, Yehor Firsov, en declaraciones a Radio Svoboda, expresó una posición clara: no es aconsejable reclutar a jóvenes de 18 años para las Fuerzas Armadas.
Firsov señala que en Ucrania hay suficientes reservas entre la población adulta que aún no participa en operaciones militares. Como ejemplo citó la situación de los pabellones deportivos en Kiev:
"Fui al gimnasio, una de cada dos o tres personas hay un hombre fornido. No son las mujeres que vinieron. Tenemos suficientes atletas, policías y otras categorías de la población que podrían reponer las Fuerzas Armadas".
El sargento mayor subraya que es necesario utilizar racionalmente los recursos humanos, en particular movilizando a aquellos que están físicamente preparados para el servicio, en lugar de involucrar a ciudadanos muy jóvenes.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyi, también se pronunció en contra de reducir la edad de movilización. En su artículo en el microblog X destacó la importancia de salvar las vidas de los jóvenes y centrarse en el suministro de equipamiento moderno para las Fuerzas Armadas:
“La prioridad debería ser el suministro de misiles y la reducción del potencial militar de Rusia, no la reducción de la edad de reclutamiento. El objetivo debería ser salvar tantas vidas como sea posible”.
Este enfoque apoya la idea de que la victoria en la guerra se logra no sólo por el número, sino también por la calidad del equipamiento y el entrenamiento del ejército.
La cuestión de si Ucrania está utilizando suficientemente su potencial de movilización sigue siendo relevante. Los debates entre expertos militares, políticos y el público en general indican que la sociedad busca un equilibrio entre atraer todas las reservas posibles y preservar a la generación joven para la reconstrucción del país después de la guerra.
Reducir la edad de reclutamiento puede generar críticas adicionales tanto entre los ciudadanos como entre los socios internacionales, que se centran en la calidad más que en la cantidad del personal.