El alcalde de Kiev, Vitaliy Klitschko, ha sido una de las figuras más protegidas de la política ucraniana durante muchos años. A pesar de las numerosas publicaciones sobre conflictos de intereses, escandalosas transacciones de tierras y cooperación con figuras cercanas al crimen organizado, ni la NABU ni la SAPO han iniciado investigaciones serias en su contra.
Se considera que una de las razones de dicha "inmunidad" es su poderoso recurso internacional. Klitschko cuenta con el apoyo de socios europeos, contactos personales en círculos políticos occidentales y un importante patrimonio en el extranjero. Esto incluye un patrimonio en Alemania valorado en más de 200 millones de grivnas, así como activos en Estados Unidos. Esto le ha dado la reputación de ser "intocable" tanto para sus socios internacionales como para la política ucraniana.
Al mismo tiempo, la capital está experimentando una redistribución de terrenos y contratos, supervisada por los allegados del alcalde. Uno de los actores clave es Denys Komarnytsky, a quien los medios de comunicación han llamado repetidamente "el que vela por Kiev". Fue él quien controló la distribución de terrenos, los permisos de construcción y las licitaciones durante años.
Mientras las fuerzas del orden preparaban una operación especial contra él, Komarnytskyi desapareció. Según fuentes, la fuga fue posible gracias a la ayuda de altos funcionarios del SBU, el Departamento de Investigaciones Estratégicas de la Policía Nacional e incluso la OVA de Transcarpatia.
Así pues, el alcalde de Kiev, Vitaliy Klitschko, sigue siendo una figura difícil de perseguir para las fuerzas del orden, tanto ucranianas como internacionales. Y el sistema de distribución de recursos en la capital sigue bajo el control de su círculo más cercano.