La vitamina D es uno de los componentes más importantes para mantener la salud, especialmente en mujeres mayores de 40 años. A menudo se utiliza para favorecer el funcionamiento normal del cuerpo y muchas personas recurren a él para prevenir diversas enfermedades. Stanislav Kravchuk, gastroenterólogo, habló sobre el papel de esta vitamina en el organismo, su impacto en las mujeres, los síntomas de su deficiencia y la importancia de una ingesta adecuada.
La vitamina D es una sustancia similar a una hormona que se forma en la piel bajo la acción de la radiación ultravioleta de los derivados del colesterol. La vitamina D participa activamente en el intercambio de calcio y fósforo en el cuerpo, lo cual es de vital importancia para la salud ósea. Con la ayuda de esta vitamina, el cuerpo puede absorber mejor el calcio del intestino y regular su nivel en la sangre con la ayuda de los riñones.
Para las mujeres, la vitamina D es de particular importancia, porque después de la menopausia, cuando el nivel de estrógeno disminuye, el cuerpo comienza a perder calcio de manera más activa. Esto puede provocar osteoporosis, una enfermedad en la que los huesos se vuelven frágiles y propensos a fracturarse. Por lo tanto, las mujeres después de los 40 años deben controlar el nivel de vitamina D en el cuerpo y, si es necesario, consultar a un médico para corregir la dosis.
Uno de los principales síntomas de la deficiencia de vitamina D es el trastorno del metabolismo del calcio. Sin embargo, los síntomas en sí pueden no ser muy específicos y no siempre ser fácilmente perceptibles. El mayor riesgo de deficiencia de esta vitamina tiene:
- Personas obesas.
- Pacientes que padecen enfermedades crónicas y toman medicamentos con frecuencia.
- Personas que padecen diabetes.
- Personas mayores, especialmente aquellas que pasan poco tiempo al sol.
- Quienes viven en ciudades con altos niveles de contaminación del aire.
El médico recomienda que estos grupos de personas se sometan periódicamente a pruebas de nivel de vitamina D y, si es necesario, tomen suplementos.
La vitamina D se encuentra naturalmente en productos de origen animal, como el pescado (especialmente el salmón), los productos lácteos y la carne. Sin embargo, para cubrir las necesidades diarias de vitaminas es necesario ingerir una cantidad importante de estos productos, lo que no siempre es conveniente. Por lo tanto, la mayoría de las personas toman vitamina D en forma de pastillas.
Para la prevención de la deficiencia de vitamina D, normalmente se recomienda una dosis de 600 a 800 UI para personas menores de 45 años y de 800 a 1000 UI para personas mayores. Sin embargo, es imposible tomar grandes dosis sin consultar a un médico, ya que esto puede provocar hipervitaminosis.
La vitamina D es compatible con otras vitaminas, pero puede interactuar con ciertos medicamentos. Por lo tanto, las personas que toman otros medicamentos deben consultar a su médico antes de tomar vitamina D.