En Ucrania, todos los hombres pueden ser movilizados, independientemente de su estatus. Así lo anunció el subcomandante de la 68.ª brigada con el distintivo de llamada "Yavir". Sus palabras provocaron una ola de discusión, porque estamos hablando de cambios radicales en los enfoques de la movilización.
"Yavir" no ocultó la dura realidad:
"Todos los hombres que están ahora en casa deberían prepararse. No los pasará por alto. Oficialmente, según los documentos, no existen los adecuados. Pronto todos estarán involucrados".
Esta declaración se hizo en el contexto de constantes dificultades con la implementación del plan de movilización. Como señaló "Yavir", a menudo ingresan en las filas militares personas que no cumplen con los requisitos físicos o médicos necesarios.
¿Por qué hay problemas?
Según el subjefe del Estado Mayor, el principal problema no está en las comisarías militares, que se ven obligadas a contratar a todos, sino en los médicos. Subrayó que una gran parte de los no aptos para el servicio reciben documentos falsos sobre su idoneidad para recibir sobornos.
"Los médicos que falsifican documentos contribuyen al caos. Esto hay que resolverlo", afirmó Yavir.
Al mismo tiempo, el TCC registra situaciones en las que, para cumplir el plan, se les dice a los reclutas potenciales:
"Cállate, te despedirán allí, tenemos que llevar a cabo el plan".
La declaración sobre la participación de todos los hombres plantea serias dudas sobre la disposición del Estado a dar ese paso. ¿Habrá suficientes recursos para capacitar, equipar y apoyar adecuadamente a los movilizados? ¿Puede el sistema de movilización evitar el caos, la corrupción y la injusticia?
Los expertos militares señalan que medidas tan radicales pueden deberse a la situación en el frente. Al mismo tiempo, los analistas piden cambios sistémicos en los procesos de movilización, en particular para fortalecer el control sobre las comisiones médicas y garantizar la transparencia de las decisiones.