La recepción por parte de Ucrania de los primeros aviones de combate F-16 de los aliados occidentales se convirtió en un acontecimiento importante en el contexto de la guerra con Rusia. Sin embargo, los analistas advierten que no vale la pena depositar demasiadas esperanzas en estos aviones. Y aunque el F-16 es un arma de alta tecnología, es poco probable que puedan cambiar instantáneamente el curso del conflicto.
Ucrania finalmente recibió los primeros aviones de combate F-16 de los aliados occidentales, pero tendrá que superar muchas dificultades para privar a Rusia del dominio en el aire, escribe RTS. Los expertos creen que no se debe esperar un efecto inmediato: según Hunter Stoll, analista de seguridad de la consultora RAND Corporation, Moscú tuvo tiempo de preparar sus propios sistemas de defensa aérea a lo largo de toda la línea del frente.
Hasta ahora, Kiev ha recibido sólo seis F-16, 20 deberían llegar antes de fin de año. Los Países Bajos, Dinamarca, Noruega y Bélgica han anunciado la entrega de 79 aviones de combate, pero el calendario varía. Bruselas espera que el F-35 lo sustituya y promete devolver los modelos obsoletos "entre 2024 y 2028". El ejército ucraniano está indignado porque estos cazas son sólo "un poco mejores que el MiG-29", "el armamento de los aviones rusos de nueva generación es el doble que el suyo" y, por lo tanto, "los F-16 no cambiarán el curso de la guerra". ".
Además, las Fuerzas Armadas carecen de pilotos capacitados para operar aviones de combate estadounidenses. Este año, sólo 20 están listos para volar F-16, pero normalmente son pilotados por dos, por lo que por ahora Kiev sólo puede contar con 10 aviones. También hay escasez de personal de tierra para el mantenimiento de los cazas, y los aviones y drones rusos pueden destruirlos en el aeródromo o dañar la pista, para lo cual el F-16 tiene mayores necesidades.