El reciente ataque al Dniéper fue una señal alarmante que puede tener implicaciones nucleares. Aunque el misil utilizado no fuera un misil balístico intercontinental, sus características y el mensaje que Rusia intenta transmitir suscitan serias preocupaciones.
Según Fabian Hoffmann, estudiante de doctorado en el Proyecto Nuclear de Oslo, la principal diferencia entre los misiles balísticos intercontinentales (ICBM) y otros es su alcance. Pero no sólo esto, sino también la carga útil que el cohete es capaz de transportar es de vital importancia.
El misil que impactó en el Dnipro probablemente tenía una carga útil del tipo MIRV (Multiple Independently Targetable Reentry Vehicle), una tecnología que permite llevar varias ojivas para alcanzar diferentes objetivos simultáneamente. El MIRV fue creado en la Guerra Fría para aumentar la efectividad de las armas nucleares, y ningún sistema de misiles ruso convencional tiene esta capacidad.
"Independientemente de si el misil era intercontinental, el mensaje de Putin es un claro indicio de una amenaza nuclear", enfatizó Hoffmann en una entrevista para CNN.
Este ataque no sólo tiene como objetivo dañar la infraestructura, sino también aumentar la presión sobre Ucrania y sus aliados. Rusia ha demostrado su voluntad de utilizar cualquier medio de intimidación, incluidas insinuaciones directas sobre la posibilidad de utilizar armas nucleares.
La comunidad mundial debería prestar atención a esas señales. Es importante no sólo responder a la agresión militar del Kremlin, sino también tomar medidas para evitar una mayor escalada, que podría tener consecuencias catastróficas.