El hígado es un órgano único capaz de autoalimentar incluso después de la exposición prolongada a las toxinas, incluido el alcohol. Según los médicos, si el daño no es crítico, las células hepáticas se pueden regenerar. Combinado con la nutrición adecuada y renunciar a los malos hábitos, da la oportunidad de restaurar el órgano sano.
Los expertos enfatizan que el primer paso hacia la recuperación del hígado es una dieta suave. Los platos grasos y fritos, el exceso de azúcar, la harina y la sal deben excluirse del menú. Son estos ingredientes los que pueden complicar el hígado y contribuir a su mayor daño.
Las sopas de vegetales, la carne de aves y las vegetales y las frutas no ácidas deben prevalecer en la dieta diaria. Dicho alimentos facilita la carga en el hígado y promueve su purificación gradual.
Además de la dieta, la actividad física es una condición importante para la recuperación. Los deportes regulares mejoran el metabolismo, reducen el nivel de inflamación interna y generalmente tienen un efecto positivo en la condición del cuerpo. Otro factor significativo es el abandono completo de fumar, que también perjudica el hígado.
Los médicos recuerdan: la recuperación del hígado no es un proceso instantáneo, pero en presencia de motivación, los cambios en el estilo de vida y el apoyo médico es bastante real.