Alimentos grasos, exceso de azúcar y alcohol: estos factores a menudo causan el desarrollo de la grasa hepática. Es una de las dolencias más comunes de un estilo de vida moderno que a menudo no tiene síntomas pronunciados, pero puede conducir a complicaciones graves: inflamación, cirrosis e incluso cáncer. Afortunadamente, los expertos dicen que esta enfermedad es reversible. Lo principal es cambiar la comida a tiempo.
La enfermedad del hígado graso generalmente no se da a conocer. En muchos pacientes, los únicos síntomas son fatiga constante, letargo o presión en el hipocondrio derecho. Las causas principales son la dieta incorrecta, el sobrepeso y el estilo de vida sedentario.
El nutricionista de Munich, Doris Kurtz, aconseja a las víctimas en primer lugar, principalmente y gradualmente que normalice el peso. Es importante evitar dietas radicales y hambre: esto solo empeorará el hígado. El hígado graso se trata si cambia de vida y nutrición.
Recomendaciones clave:
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Evite: fructosa, azúcar, alcohol, exceso de sal, carbohidratos blancos.
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Elija: productos integrales (arroz, quinua, trigo sarraceno), verduras, carne magra, pescado, huevos, aceites vegetales (colza, oliva).
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Consume: 2 porciones de frutas y 3 porciones de verduras diariamente.
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Evite los bocadillos, pero si realmente desea elegir queso o verduras con especias domésticas.
Un ejemplo de un menú diario
Desayuno:
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Avena con yogurt natural, una porción de frutas, nueces, semillas de lino, salvado de trigo.
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O: pan de grano integral con una rebanada de queso, pepino, frutas.
Cena:
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Medio plato - verduras,
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Quarter - Cereales integrales (arroz, trigo sarraceno, quinua),
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Quarter: carne, pescado, tofu o huevos.
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El postre es un poco de fruta.
Cena:
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Ensalada de repollo o aceite de oliva con aceite de oliva,
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Semillas de calabaza o girasol,
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Huevos o queso de oveja/mozzarella.
La nutrición adecuada es la clave para mantener la salud del hígado. Y cuanto antes realice cambios, más fácil se recuperará.