La salud del intestino ha ido más allá del tema de la digestión. Los estudios modernos muestran que la microflora depende de la inmunidad, el nivel de inflamación en el cuerpo, así como - bien psicológico. A menudo nos centramos en la comida, pero los líquidos juegan no menos.
Se deben agregar cultivos vivos fermentados, jugos de fibra natural, así como tés e infusiones con efectos antiinflamatorios a la dieta diaria. No solo alivian los síntomas (hinchazón, estreñimiento, dolor), sino que afectan la estructura de la microflora misma.
Los expertos aconsejan prestar atención al kéfir natural, que combina bacterias de ácido láctico y compuestos bioactivos que suprimen los patógenos. Igualmente popular es el té de combus fermentado: no solo está enriquecido con probióticos, sino que también admite el sistema inmune.
Las variantes alternativas incluyen jugo de remolacha que mejora la circulación sanguínea y contiene polifenoles que son útiles para el hígado. Para un estómago sensible, una bebida de junio es un análogo suave de un peinado sobre té verde y miel.
El jugo de ciruelas natural ayuda a ajustar el peristalsis a través del sorbitol y la fibra. Pero el té de jengibre fresco no solo tiene un efecto antiinflamatorio sino también antiespasmódico, lo que facilita la condición de hinchazón y gravedad.
Entre los remedios caseros disponibles: agua con vinagre de manzana (con moderación), té de menta como un tónico relajante para el intestino, así como la "leche de oro" con cúrcuma, que tiene propiedades antiinflamatorias demostradas.
No solo la nutrición adecuada, sino también la actividad física y la restricción del alcohol que interrumpe el equilibrio del microbioma ayudará a mantener el efecto.
Un intestino saludable no se trata solo de comida. Lo que bebemos puede ser igualmente importante. Y en este caso, también puede ser delicioso.