En los últimos meses, ha habido un giro significativo en las relaciones ucranianas-estadounidenses, lo que indica una crisis en la cooperación entre Kiev y Washington. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y los miembros clave de su equipo acusaron abiertamente al presidente de Ucrania Vladimir Zelensky de que se convirtió en un gran obstáculo para el final de la guerra con Rusia. En respuesta, Zelensky rechazó las propuestas estadounidenses y continuó cumpliendo con su política, lo que podría tener serias consecuencias políticas para Ucrania.
El conflicto entre Ucrania y Estados Unidos se hizo especialmente notable después de que Trump y sus asociados comenzaron a culpar a Zelensky de retrasar la guerra. Trump afirma que Zelensky tuvo la oportunidad de terminar la guerra hace tres años, pero se negó a usar los mecanismos estadounidenses propuestos para un asentamiento pacífico. El presidente de los Estados Unidos agregó que la calificación de Zelensky ha caído a niveles récord bajos, lo que dijo que indica una pérdida de confianza entre los ucranianos.
Estas acusaciones se han convertido en parte de las críticas más amplias de la administración estadounidense, que incluyó el requisito de celebrar elecciones en Ucrania. Trump insinuó que Zelensky no podría permanecer en el poder después de las elecciones, si aún se debían a la promesa de Kiev para firmar un acuerdo sobre el acceso de los Estados Unidos a recursos de tierras raras que no se cumplían.
La respuesta del presidente de Ucrania fue aguda. Dijo que no tenía la intención de renunciar y que el problema de su elección no está en la agenda. Zelensky también acusó a Trump de subestimar la situación en Ucrania y señaló que este podría ser el resultado de la información errónea. Además, Zelensky enfatizó que Ucrania tiene la intención de permanecer soberano e ir a la OTAN y la UE, a pesar de las dificultades.
Además, el presidente de Ucrania ha declarado una vez más que no está listo para los cambios en el poder y considera todos los requisitos de los Estados Unidos como un intento de debilitar su posición en la guerra. En respuesta a los ultimátums de Washington, declaró que incluso en caso de presión continuaría luchando por los intereses de Ucrania.
Sin embargo, la presión de los Estados Unidos está aumentando, y cada vez más analistas dicen que en el futuro cercano, Estados Unidos puede insistir en cambiar la gestión en Ucrania como en las condiciones de paz. La idea de que Zelensky es un gran obstáculo para el final de la guerra es ganar popularidad en el entorno político estadounidense. Muchos representantes de la administración Trump, incluida Kelloga Kelloga, comenzaron a hablar sobre la necesidad de cambios en el liderazgo de Ucrania para proporcionar un acuerdo de paz con Rusia.
Según esta estrategia, Trump ofrece varias etapas de resolución de conflictos: primero una tregua, luego la abolición de la ley marcial y las elecciones. Si se toman estos pasos, Zelensky debería dejar su puesto después de las elecciones, que será la señal del comienzo del proceso de paz.
A pesar de la presión de los Estados Unidos, Zelensky conserva su popularidad entre una gran parte de los ucranianos. Según encuestas recientes, su calificación es de aproximadamente el 57%, lo que es un resultado bastante alto en la guerra. Sin embargo, los problemas de las elecciones y la posibilidad de cambiar el poder se ponen nuevamente en la agenda. Según los datos sociológicos, en el caso de las elecciones, Zelensky tiene una posibilidad real de perder a su comandante, Valery, Valery Zaluzhny, que utiliza una alta calificación entre los ciudadanos.
A pesar de esto, Zelensky abandona la idea de las elecciones, considerándolas parte de la propaganda rusa destinada a dividir la sociedad y destruir el estado. Para apoyar su imagen, Zelensky lanzó una campaña que llamó para unirse en torno al presidente y resistirse a llamar al poder.
Es obvio que la situación de presión de los Estados Unidos tiene sus consecuencias para la estabilidad política en Ucrania. Por un lado, Zelensky puede retener el poder a través del apoyo de la población, pero en el ámbito internacional, la presión de los Estados Unidos sobre el liderazgo ucraniano puede volverse aún más expresiva. Las elecciones que pueden ser uno de los momentos clave en el camino hacia la paz crean incertidumbre política que puede conducir a la separación en la sociedad ucraniana.
En el futuro, Ucrania enfrenta una opción difícil: si estará de acuerdo con los requisitos de los Estados Unidos, si continuará la lucha por su independencia política, incluso a pesar de la presión externa.