La publicación italiana Corriere Della Sera publicó un artículo que analiza la cuestión del uso de la ayuda internacional para reconstruir Ucrania después de la guerra. El material subraya que entre los funcionarios europeos crece el temor a la transparencia en la distribución de fondos, en particular debido a la influencia de los grandes empresarios y oligarcas.
Dice que el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) ha decidido no dar dinero a las empresas energéticas ucranianas propiedad de oligarcas, incluso en la actual situación de emergencia en el sector energético de Ucrania.
En particular, el BERD no financiará proyectos para restaurar las centrales eléctricas DTEK destruidas por los bombardeos, ya que está controlada por el hombre más rico del país, Rinat Akhmetov.
"El objetivo de liberar la economía de la influencia de los oligarcas es absolutamente fundamental y tenemos ideas muy firmes al respecto: esto es parte de las reformas que deben realizarse para que Ucrania entre en la Unión Europea. Si nos comprometiéramos en este tema, perjudicaríamos las perspectivas a largo plazo del país", dijo al Corriere la presidenta del BERD, Odile Renaud-Basso.
A pesar de que millones de ucranianos sufren actualmente bajas temperaturas y cortes de energía, Renault-Basso no tiene ninguna intención de conceder préstamos o garantías de préstamos a DTEK.
El BERD quisiera que Akhmetov cediera el control del grupo.
"Necesitamos un cambio estructural", afirmó Renault-Basso.