En el ritmo moderno de la vida, estamos acostumbrados a contar calorías, considerando la composición de los productos y el estudio de las etiquetas. ¿Pero consideramos cuando comemos? Resulta que para la salud, la energía, el sueño e incluso la pérdida de peso es igualmente importante pasar un momento en que cenamos.
Los estudios muestran que la nutrición, el metabolismo y los biorritmos están estrechamente vinculados. La cena temprana no es solo un hábito, sino una herramienta real para mejorar su pozo. Las personas que sufren de reflujo, acidez estomacal, síndrome intestinal irritable, hinchazón o incomodidad después de comer a menudo se recomienda comer para dejar de consumir alimentos al menos tres horas antes de acostarse.
Las primeras cenas también pueden ser útiles para los diabéticos, ya que ayudan a controlar mejor la glucosa en sangre. Y sin embargo, para aquellos que quieren perder peso. La razón no es solo que por la noche nos estamos moviendo menos. Cuando comemos tarde, extendemos la "ventana de alimentos", es decir, el período en que el cuerpo recibe comida. Esto hace que nuestro sistema digestivo funcione sin interrupción, y se toma el tiempo que se necesita para quemar grasas y restaurar las células.
Los expertos creen que el momento óptimo para la cena es entre las 19:00 y las 20:00. Si la cena ocurre a las 21:00 o más tarde, el cuerpo no tiene tiempo para "apagarse" y el sueño se vuelve menos calidad.
¿Qué no se debe comer antes de acostarse?
Independientemente de la cena, se deben evitar algunos alimentos que dañan tanto la digestión como el sueño:
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Alimentos grasos (frito, comida rápida, carne grasa): difícil de digerir, causa una sensación de pesadez.
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Cafeína (café, energía, chocolate): excita el sistema nervioso, complica quedarse dormido.
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Alcohol : aunque puede causar somnolencia, perjudica la calidad del sueño e interrumpe los biorritmos.
Regalar la cena tardía es un paso simple que puede tener un efecto profundo. La salud comienza no solo con un plato, sino también con un reloj.