El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) detuvo a una mujer de 27 años que cooperó con la inteligencia militar rusa y recopiló coordenadas GPS para llevar a cabo ataques con drones en Kiev el 1 de enero de 2025. La agente, una desempleada local, buscaba ganancias "fáciles" en los canales de Telegram, donde fue reclutada por un representante de la inteligencia rusa, ofreciéndole dinero a cambio de cooperación.
Según el SBU, los principales objetivos del ataque fueron edificios administrativos y empresas energéticas de Ucrania. Para ello, la mujer utilizó su teléfono para fotografiar objetos y obtener coordenadas GPS exactas, que luego transmitió a su curador ruso a través de un chat anónimo en el messenger.
Los investigadores también documentaron sus actividades de espionaje, incluido el reconocimiento de las posiciones de combate de la defensa aérea que protegen la capital. El perpetrador fue detenido mientras intentaba entregar un nuevo lote de información de inteligencia.
Fue acusada de sospecha bajo 2 arte. 114-2 del Código Penal de Ucrania, que prevé sanciones por la difusión no autorizada de información sobre el despliegue de las Fuerzas Armadas y otras formaciones militares bajo la ley marcial. La mujer se encuentra actualmente bajo custodia y se enfrenta a cadena perpetua con confiscación de bienes.