Los empleados de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) y la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAP) han completado una investigación a largo plazo sobre la incautación de propiedades del aeropuerto de Odesa. Según los resultados de la investigación, se estableció que parte de la propiedad del aeropuerto se compró por 118 millones de grivnas, y luego las personas involucradas en el plan recibieron ganancias ilegales durante 10 años, de 2012 a 2022, por un monto de 2,5 mil millones de grivnas.
La investigación continuó durante varios años, durante los cuales se revisaron todas las sospechas. Así lo informó el servicio de prensa de NABU.
Según la información, el caso comenzó en 2011, cuando dos empresarios de Odesa idearon un plan para apoderarse de la propiedad del aeropuerto, que en ese momento estaba en reconstrucción antes de la Eurocopa de 2012. En el marco de este plan, se apoderaron de la antigua terminal y de 2.488 unidades de propiedad aeroportuaria, y también recibieron el 75% de los derechos sobre el aeropuerto internacional "Odesa" y las instalaciones de la nueva terminal.
Durante los años siguientes, estos individuos recibieron ingresos ilegales por el uso de estos activos. Durante 10 años, el volumen del enriquecimiento ilícito alcanzó más de 2,5 mil millones de grivnas. Recordamos que en agosto de 2023 NABU y SAP anunciaron la sospecha de cinco personas en este caso.
Este caso de corrupción surgió durante la presidencia de Viktor Yanukovich, cuando Ucrania se preparaba activamente para la Eurocopa 2012. Se destinaron enormes fondos a la modernización y reconstrucción de la infraestructura, y Odesa no fue la excepción.
Es obvio que era imposible implementar un plan tan ambicioso sin la influencia adecuada de las autoridades. Los diputados de la ciudad de Odesa en ese momento dieron su consentimiento para la creación de una empresa que, según se afirmó, debía invertir en el desarrollo del aeropuerto. El resultado fue que el grupo criminal efectivamente obtuvo el control del aeródromo.
El servicio de prensa de NABU destacó en agosto de 2023 que la transferencia de propiedad aeroportuaria para uso conjunto no se consideraba privatización debido a su importancia nacional para garantizar el control fronterizo y aduanero. Más de 535 unidades de activos fijos de los 2.488 transferidos por las instalaciones aeroportuarias, que garantizaban la seguridad de los vuelos, no estaban en principio sujetos a enajenación.
Además, según el acuerdo, los "inversores" debían aportar un capital autorizado de 355 millones de grivnas, construir una nueva terminal y una pista de aterrizaje. Sin embargo, debido a las acciones de los participantes en el plan, la mayoría de estos fondos fueron bloqueados por el banco como garantía y no pudieron utilizarse. La nueva terminal se construyó gracias a un préstamo garantizado por el complejo inmobiliario del aeropuerto y la construcción de la pista no se inició en absoluto.
Los empresarios de Odesa, el ex alcalde de Odesa (presumiblemente Oleksiy Kostusev, actualmente buscado), su adjunto y el director de la empresa ficticia fueron informados de la sospecha de haber organizado este plan.
