La última cumbre en Suiza fue una ocasión para importantes reflexiones y cambios en la política exterior de Ucrania, especialmente en el contexto de sus relaciones con Rusia. El diplomático y geopolítico francés, ex embajador de Francia en Rusia, Jean de Gliniasti, en una entrevista para La Dépêche, habló del repentino cambio de humor del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky después de la primera "cumbre de paz", que, según él, no tuvo éxito .
La primera cumbre en Suiza, que no tuvo mucho éxito, obligó a Ucrania a "refrenar sus ambiciones": hoy Zelenskyi entiende que está "bajo una gran presión de tiempo", ya sea en el campo de batalla o en la política.
Según el experto, la situación de Zelensky ahora es difícil por todos lados. En el frente, las Fuerzas Armadas "sienten falta de gente y siguen en una situación difícil". Además, según De Gliniasti, para Kiev es casi imposible recuperar el Donbás "rusificado".
En el escenario mundial, la situación para Ucrania no es mejor: "Zelensky quiere actuar rápidamente, porque teme como la peste la victoria de Donald Trump y su vicepresidente JD Vance, que es aún más aislacionista y pretende restringir a los estadounidenses. apoyo a Europa", explica el diplomático.
Sin embargo, cuanto más necesarias se vuelven las negociaciones para Zelensky, menos interesada se vuelve Rusia en ellas, señala de Gliniasti. Moscú entiende perfectamente que la victoria de Trump sólo le favorecerá. Además, "los rusos no tienen ningún deseo de ser "invitados" a la conferencia; creen que, cuando llegue el momento, las negociaciones se llevarán a cabo directamente", subraya el experto.