Los dirigentes políticos ucranianos están bajo presión y exigen que el nuevo comandante en jefe, Oleksandr Syrskyi, desarrolle un plan de acción para evitar un colapso de la línea del frente sin necesidad de una movilización masiva. Esto sucede en el contexto de evitar las críticas, especialmente de Bankova, en relación con la posible aprobación de un nuevo proyecto de ley sobre la movilización por parte de la Verjovna Rada. Además, Kiev intenta evitar el uso del término "punto muerto" para describir las hostilidades, ya que esto podría afectar negativamente al apoyo internacional durante este difícil período.
CNN, citando sus fuentes, informa que Syrskyi debería presentar su plan de acción, especialmente bajo la presión de su oponente, que está logrando avances en la región de Avdiiv.
"El predecesor de Syrskyi, Valery Zaluzhnyi, fue destituido, en particular, porque calificó la guerra como un 'punto muerto' después de que la contraofensiva, esperada durante muchos meses el año pasado, no arrojara los resultados deseados", informa CNN.
El jueves 8 de febrero, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyi, destituyó a Valery Zaluzhny, comisario jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU). En su lugar fue nombrado el ex comandante de las fuerzas terrestres, Oleksandr Syrsky. Además, hubo otros cambios en la estructura de mando de las Fuerzas Armadas.
En su primer discurso en su nuevo cargo, Syrsky señaló que la principal prioridad es la máxima implementación de las últimas soluciones tecnológicas destinadas a mejorar la situación en el frente y salvar vidas humanas. En parte, tales declaraciones fueron motivadas por la necesidad de responder a los rumores sobre las duras tácticas del nuevo comandante en jefe, que la propaganda rusa utiliza activamente como narrativa principal en los artículos sobre Syrskyi.