Así lo informa The New York Times.
"Desde el tercer año de guerra, los ucranianos se encuentran en minoría en términos de número y armamento. Después de dominar la lucha en el primer año y luchar hasta los huesos en el segundo, cedieron al impulso de Rusia. Ahora están atrincherándose y luchando por aguantar", escribe el periódico.
"Ahora no tenemos suficiente equipo ni gente para pasar a la ofensiva. Por lo tanto, la tarea principal en este momento es mantener las posiciones actuales", citó el periódico al comandante adjunto del batallón de la 47ª brigada mecanizada, el teniente Oleksandr Shirshin.
El epicentro de las hostilidades sigue siendo el distrito de Avdiyivka, al este de la región de Donetsk, donde continúa la ofensiva del ejército ruso. Los rusos están excavando túneles bajo las calles y dirigiendo vehículos no tripulados llenos de explosivos hacia posiciones ucranianas. Además, Rusia está enviando tropas de asalto para intentar hacerse con el control de la zona industrial en las afueras de la ciudad.
"Incluso los pequeños éxitos de Rusia crean riesgos para Ucrania. La captura de Maryinka después de muchos años de lucha permitió a los rusos abrir una nueva línea de ataque contra otra ciudad, Vugledar, desde el norte", se lee en el artículo.
La inteligencia británica ha advertido que Rusia "continúe con este nivel de actividad ofensiva en el futuro previsible".
"Si los rusos están interesados en una sección específica del frente, la arrasarán", dijo el mayor Serhii Bets, jefe de estado mayor del 48º batallón de fusileros independiente de la 72ª brigada mecanizada.