La reunión esperada en Londres el 23 de abril, en la que se discutirían los caminos antes del alto el fuego en Ucrania, atravesó la posición de los Estados Unidos sobre el estado de Crimea. Según CNN, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, se negó a participar en las negociaciones después de que el presidente Volodymyr Zelenskyy rechazó categóricamente la demanda de reconocer a Crimea en ruso.
Según las fuentes de CNN, hubo un proyecto de un plan de paz desarrollado por Donald Trump sobre la mesa. Prevé el reconocimiento del control ruso sobre Crimea a cambio de la terminación de las hostilidades en la línea del frente.
En vísperas de negociaciones, Zelensky confirmó públicamente que Ucrania no reconoce la ocupación de Crimea en ninguna condición.
"Esto es contrario a nuestra constitución. Ucrania no reconoce legalmente la ocupación de Crimea. No hay nada de qué hablar", enfatizó el presidente el 22 de abril.
Después de eso, resultó que Marco Rubio no llegaría a Londres, aunque no se informó oficialmente. En cambio, pasó una conversación telefónica con el ministro de Relaciones Exteriores británico David Lemmy, quien llamó "productivo" en su publicación en X (Twitter).
La reunión que fue para unir representantes de Ucrania, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania no tuvo lugar a nivel ministerial. Según Sky News, las negociaciones se transfirieron al nivel de funcionarios de alto riesgo del segundo escalón, lo que indica una grave discrepancia de las posiciones.
El plan preparado por el equipo de Trump tiene siete puntos, uno de los cuales es el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia. Como escribió el Telegraph, también se considera:
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Negación de Ucrania a la membresía de la OTAN,
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Control internacional del ZPP,
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admisión de empresas estadounidenses a la minería,
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La eliminación gradual de las sanciones de la Federación de Rusia.
En el fondo de la aproximación de las elecciones y retrasos de los Estados Unidos con la ayuda de Ucrania, las discusiones sobre la tregua "realista" se intensificaron en Occidente. Pero para Kiev, la preservación de la integridad territorial sigue siendo una línea roja, a través de la cual incluso se interrumpen las negociaciones multilaterales.