El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valery Zaluzhnyi, fue destituido de su cargo, lo que afecta a la responsabilidad de las operaciones militares no sólo del nuevo líder, el coronel general Oleksandr Syrskyi, sino también del presidente Volodymyr Zelenskyi. Según The Wall Street Journal, la medida se tomó para mejorar la eficiencia del ejército.
Zelenskyi enfatizó la necesidad de cambios urgentes en el ámbito militar para implementar reformas. Sin embargo, la sustitución de Zaluzhnyi, que gozaba de un amplio apoyo, por Syrsky se considera un signo de una conexión más estrecha del presidente con las decisiones estratégicas en el campo de batalla, lo que conducirá a un aumento de su responsabilidad en los acontecimientos en el frente.
Aunque Zelensky cree que el nombramiento de Syrskyi mejorará las relaciones laborales, algunos militares y expertos expresan su decepción y enfatizan que estos cambios pueden no cambiar la esencia de la situación en el frente.
Así, la decisión de Zelensky de restablecer la dirección militar, en particular el cambio de comandante en jefe, implica la mejora de las estrategias y la eficiencia del ejército, pero provoca valoraciones diferentes sobre sus posibles consecuencias.