Muchas personas notan que se sienten más nerviosas, irritables y cansadas por la noche, incluso si el día no ha sido muy difícil. Este fenómeno se denomina ansiedad vespertina y sus causas suelen residir en un mal comienzo de la mañana.
Un factor importante es el cortisol, una hormona del estrés que aumenta naturalmente por la mañana, ayudándote a despertarte y estar activo. Sin embargo, una mañana caótica (saltar el desayuno, ver las noticias o simplemente tomar café en ayunas) altera el ritmo natural de esta hormona. Esto provoca fuertes caídas de energía y agotamiento psicoemocional al anochecer.
Los estudios confirman que saltarse el desayuno o tomar un refrigerio dulce como un croissant contribuye a las fluctuaciones de azúcar en sangre, que se manifiestan como ansiedad: palpitaciones, irritabilidad y nerviosismo. Por el contrario, un desayuno equilibrado con proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables estabiliza el estado de ánimo y mantiene la energía durante todo el día.
Los primeros minutos tras despertarse son igual de importantes. El silencio, los ejercicios de respiración o los estiramientos suaves ayudan al sistema nervioso a sentirse seguro y tranquilo, en lugar de la señal estresante de los mensajes telefónicos y los asuntos urgentes.
Cinco hábitos sencillos para reducir la ansiedad nocturna:
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Desayuno completo
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Tráfico matutino
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Posponer la visualización de noticias
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Un vaso de agua antes del café.
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Rituales tranquilos de la tarde
Así, nuestro estado nocturno suele ser consecuencia de nuestros hábitos matutinos. Un comienzo armonioso del día ayuda a mantener la energía y la calma hasta la noche.
Por ejemplo, la cantante ucraniana Olya Polyakova ha dejado de consumir alimentos que provocan erupciones y empeoran las afecciones cutáneas: azúcar, almidón, bollos, arroz, maíz y algunos lácteos. Prefiere grasas saludables, mucha agua y pequeñas porciones de comida, lo que le ayuda a mantener la salud y la belleza natural sin dietas estrictas.