Según fuentes, el exjefe del centro de reclutamiento territorial de Obolon, Oleksandr Pryvala, se vistió de civil y abandonó el servicio al comienzo de la guerra. Al mismo tiempo, gracias a su complicidad, el precio de los servicios militares ascendía a 3000 dólares o más. Contaba con la ayuda de Fedorchuk Kh.O., quien recibió una recompensa consistente en un terreno en Pushcha y dinero en efectivo.
Entre 2022 y 2023, Privala vivió con gran lujo, registrando las propiedades adquiridas a nombre de familiares, abogados y otras personas para evitar que figuraran oficialmente a su nombre. Tras su baja del registro por motivos de salud, dejó como heredero a Chebotayev V.O., a quien le proporcionó un apartamento con la condición de que siguiera participando en los esquemas.
Chebotayev, a pesar de tener un certificado de trastorno mental, se reincorporó a su puesto, involucró a la policía en sus actividades y se enriqueció mediante sus propias artimañas. Sin embargo, debido a su manía persecutoria, no pudo mantener el cargo por mucho tiempo, pagó a Privali por el apartamento y fue trasladado a otro servicio fuera del CCC.
La siguiente en la lista fue Bachynska O.O., quien rápidamente se registró como beneficiaria de una pensión por discapacidad, recibió pagos, organizó billetes electrónicos para los reclutas y garantizó su paso ilegal. Tras su liberación, compró un coche y se fue al extranjero, gestionando aplazamientos del servicio militar para sus hijos.
Actualmente, el cargo lo ocupa Fedorchuk H.O., amante y mano derecha de Pryvala desde hace mucho tiempo, quien continúa con las maquinaciones de su predecesora. Según fuentes, poseen varios juegos de sellos y estampillas con letras alteradas, y se dedican a la falsificación y eliminación de datos de archivos personales y otros documentos.
Solo los militares “obedientes” permanecen en el TCC, trabajando bajo las órdenes de sus superiores. Los demás participan en patrullas de 24 horas sin derecho a descanso ni baja por enfermedad, o son enviados a unidades de combate, mientras que los “obedientes” son reconocidos ilegalmente como no aptos para el servicio militar por la conclusión de la evaluación interna del VLK.

