Los bancos en Ucrania monitorean cada vez más activamente las transacciones financieras de sus clientes, e incluso las transferencias domésticas rutinarias a veces se convierten en motivo de controles adicionales. Como explican los expertos en la publicación de RadioTrek, en la práctica del monitoreo financiero se distinguen varias zonas de riesgo condicional que determinan el nivel de atención de la institución financiera al movimiento de fondos en las cuentas.
Las transferencias de hasta aproximadamente 30 mil grivnas al mes son las menos sospechosas; para el banco, estas operaciones parecen habituales en las necesidades diarias y no requieren explicaciones adicionales. Si los importes aumentan y las transacciones se acumulan entre aproximadamente 30 mil y varios cientos de miles de grivnas, las instituciones financieras comienzan a investigar con mayor detenimiento: el motivo para solicitar explicaciones puede ser una desviación significativa del perfil de pago habitual del cliente, un esquema de transferencia atípico o destinatarios clasificados como de riesgo. Las transferencias que superan aproximadamente 400 mil grivnas suelen estar bajo la supervisión obligatoria de los bancos: en tales casos, pueden requerirse confirmaciones oficiales (contratos, certificados de ingresos u otros documentos) y, a falta de la documentación necesaria, el acceso a la cuenta puede restringirse temporalmente.
Las instituciones financieras prestan especial atención a los clientes y empresas con mayor riesgo: se trata de empresas nuevas, operadores en ciertas áreas sensibles, así como participantes del mercado donde tradicionalmente se registra un mayor número de transacciones sospechosas. Para evitar consecuencias desagradables, los expertos recomiendan preparar la documentación para transacciones grandes con antelación y avisar al banco sobre transferencias significativas. Esto permite aprobar la verificación rápidamente y sin retrasos innecesarios, además de mantener un acceso inmediato a sus propios fondos.