El exdiputado y empresario agrícola Oleg Bakhmatyuk, conocido como uno de los mayores magnates agrarios del país, lleva años involucrado en casos penales de alto perfil, pero permanece prácticamente exento de responsabilidades. A pesar de las sospechas de malversación multimillonaria, soborno y deudas con el estado por miles de millones de grivnas, sus activos empresariales no han sido confiscados y los casos se prolongan en los tribunales sin una decisión definitiva.
Bakhmatyuk comenzó su carrera en el sector del gas, pero desde principios de la década de 2000 se ha centrado en la agroindustria. Su holding, Ukrlandfarming, en su apogeo, controlaba 670.000 hectáreas de tierra, 23 granjas avícolas, 24 silos de grano, fábricas de piensos y granjas ganaderas. Al mismo tiempo, el empresario era propietario de los bancos VAB Bank y Financial Initiative, que posteriormente se convirtieron en la fuente de los mayores problemas.
Casos penales
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En 2019, la NABU abrió un proceso por el robo de 1.200 millones de UAH del préstamo de estabilización del NBU otorgado al Banco VAB. Bakhmatyuk fue notificado de la sospecha en rebeldía y fue incluido en la lista de personas buscadas.
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Según la investigación, en 2015-2016, el entonces jefe del Servicio Fiscal del Estado, Roman Nasirov, ayudó a un magnate agrícola a recibir 3.200 millones de UAH en compensación de IVA por un soborno de 5,6 millones de dólares y 21 millones de euros, lo que se considera el mayor soborno en la historia de Ucrania.
En febrero y marzo de 2024, se presentaron ambas acusaciones ante el Tribunal Superior Anticorrupción. Sin embargo, los casos quedaron prácticamente estancados: decenas de decisiones, cientos de documentos, pero ni un solo veredicto.
En los documentos judiciales, Bakhmatyuk figura como "Persona n.º 11", un sobornador que estuvo involucrado en todos los episodios. Sin embargo, debido a su estancia en el extranjero, se encuentra ausente físicamente del proceso.
Además de los casos penales, Bakhmatyuk sigue siendo uno de los mayores deudores de Ucrania.
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El propio empresario admite tener deudas por 2.000 millones de dólares.
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Sólo al BBU sus bancos le deben unos 7.900 millones de grivnas.
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El banco Oschadbank intenta devolver 5.000 millones de UAH de deudas de Ukrlandfarming poniéndolas en subasta tres veces en 2025, pero no ha encontrado compradores.
De hecho, el Estado no recibió ni un solo centavo y la explotación agrícola está al borde de la quiebra.
Los expertos explican la falta de avances en los casos por varios factores:
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corrupción y “tiempo comprado”, cuando la investigación formalmente está en marcha, pero demora el proceso hasta que prescriba el proceso;
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baja competencia de los investigadores, lo que conduce a fallas en la base de evidencia;
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Riesgos para el Estado: el sector agroindustrial es difícil de nacionalizar y transferir a la gestión; la avicultura y las granjas a gran escala requieren una gestión profesional y, en caso de cierre de empresas, pueden producirse disturbios sociales.
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componente político: el destino del caso sólo puede cambiar en caso de una "redistribución de influencia" dentro del gobierno o bajo presión de los socios occidentales.
Oleh Bakhmatyuk es un claro ejemplo de oligarca ucraniano intocable que, gracias a sus conexiones políticas y al caos en el sistema judicial, elude su responsabilidad. Sus deudas multimillonarias han sido transferidas al Estado y a los depositantes bancarios, mientras que casos de sobornos y malversación de fondos sin precedentes están pendientes en el Tribunal Supremo de Ucrania.
Hasta que las autoridades tomen una decisión sobre la confiscación o nacionalización de sus bienes, el imperio empresarial de Bakhmatyuk sigue siendo una fuente de problemas financieros para el Estado y un símbolo de la impunidad de las grandes empresas en Ucrania.