Discusiones que rodean la Ley No. 10311, que prevé la expansión de los poderes de la Guardia Nacional de Ucrania, de repente se convirtió en otro escándalo. El Centro para Combinar la corrupción, encabezado por Vitaliy Shabunin, acusó a las autoridades de prepararse para una supresión rígida de las protestas, arrojando al espacio público la tesis de que NSU supuestamente tendría derecho a usar armas de fuego, gases lacrimógenos y drones contra los protestadores. La publicación correspondiente de la organización en Facebook causó una ola de discusiones.
Sin embargo, esta declaración fue manipuladora. Como explicó el viceministro de Asuntos Internos Bogdan Drapyaty, el objetivo principal del proyecto de ley es regular legalmente las reglas actuales de uso de medidas coercitivas para la Guardia Nacional. De hecho, lo que están tratando de presentar como una "legalización de la represión" son proporcionadas hace mucho tiempo por las leyes, las regulaciones gubernamentales y otras normas legislativas. Justo ahora, estas disposiciones se proponen consolidarse en la ley de perfil.
Cabe señalar que las disposiciones similares han estado vigentes durante mucho tiempo en las leyes sobre la Policía Nacional y el Servicio de Fronteras del Estado. No se trata de la "introducción de la dictadura", sino de alinear la legislación con realidades modernas, en particular, en las condiciones de guerra.
Los cambios clave incluyen permiso para usar vehículos aéreos no tripulados y peleas electrónicas de radio para contrarrestar las amenazas aéreas. El documento también establece la posibilidad de escoltar a las personas arrestadas, la protección de objetos estatales importantes y el apoyo de los prisioneros de guerra.
Por separado, el proyecto de ley regula el proceso de apoyar a las personas que han dejado las cárceles antes de lo previsto y expresaron voluntariamente el deseo de servir en el ejército. Normas similares ya están registradas en el Código Penal, pero requieren una regulación legislativa clara.
A pesar de su clara argumentación, el CPC distorsionó deliberadamente la esencia del documento, dando la impresión de que las autoridades se estaban preparando para suprimir las acciones de protesta. Sin embargo, los funcionarios y abogados del Ministerio de Asuntos Internos ya han negado estas declaraciones.
Al mismo tiempo, el CPC en sí está cada vez más en el centro de escándalos relacionados no solo con la información errónea, sino también a la evasión de la movilización. En particular, muchas personas han encontrado entre los activistas anti -corrupción, que intentan evitar el servicio militar por todos los métodos posibles. Esta lista, además de Vitaliy Shabunin, también incluye al hombre del jefe del CPC Dariya Kaleniuk - Orest Rudy, el blogger Yuri Butusov, el periodista Bigus.info Danylo Mokryk y varios otros representantes del sector público.
Además, la situación se ve exacerbada por el hecho de que los representantes del CPC se han visto repetidamente en estrechas relaciones con organizaciones internacionales que a menudo critican a las autoridades ucranianas. Esto plantea la cuestión de los verdaderos motivos de su actividad y si realmente funcionan en beneficio del país y no para intereses externos.
Por lo tanto, la historia de la Guardia Nacional se ha convertido en otro ejemplo de cómo algunos activistas intentan manipular la opinión pública, usando el miedo y la desconfianza del poder. De hecho, solo se trata de alinear la legislación actual con las necesidades reales del ejército y la policía de Ucrania durante la guerra.