La industria ucraniana más afectada por la guerra en gran escala es la industria metalúrgica, que ha perdido más del 60% de su capitalización. Estas pérdidas se han convertido en el principal factor de reducción del capital de esta industria, según informa el informe del Banco Mundial.
Como resultado de la guerra, la economía ucraniana sufrió pérdidas importantes: el 20% de las empresas fueron directamente destruidas, mientras que el 70% perdió sus ingresos. El informe del banco se basa en una encuesta a empresarios y un análisis de fuentes abiertas.
Cabe señalar que los ingresos del 70% de los empresarios encuestados disminuyeron como resultado de la guerra y, en promedio, los ingresos de las empresas disminuyeron a la mitad en comparación con 2021. Según la distribución regional, las mayores pérdidas las sufrieron las regiones orientales, donde los ingresos se redujeron tres veces. Las regiones del sur registraron una caída promedio del 60% y las regiones occidentales, alrededor del 40%.
Según el informe, aproximadamente el 20% de las empresas fueron destruidas por los combates. En cuanto a la destrucción, la región oriental fue la más afectada, donde más del 47% de las empresas fueron objeto de destrucción. En las regiones del sur, esta cifra es del 29%.
El Banco Mundial también identificó otros desafíos que enfrentan las empresas ucranianas como resultado de las hostilidades, incluidos problemas de suministro de energía, interrupciones logísticas, caída de la demanda, escasez de mano de obra debido a la movilización y la migración al extranjero, y falta de financiación.
El Banco Mundial predice que la economía de Ucrania puede experimentar una ligera recuperación después de una caída de más del 30% en 2022, pero se pronostica un crecimiento del PIB del 5% en 2023, debido al importante gasto gubernamental.
El déficit a largo plazo del presupuesto estatal de Ucrania también se ha convertido en un tema de atención. El déficit para 2023 ascendió a 1,33 billones de grivnas, 418,9 mil millones de grivnas más que en 2022. El aumento del déficit fue impulsado por un aumento del gasto que provino de niveles récord de gasto en diciembre de 2023.