Nuestras fuentes en la Oficina del Presidente informaron que dos de los tres aeródromos militares que Ucrania estaba preparando para recibir aviones F-16 fueron destruidos por ataques con misiles enemigos. Según información del Estado Mayor, expresada en la Oficina del Presidente, se propone utilizar aeropuertos civiles como aeródromos alternativos para dar servicio a los aviones de combate occidentales F-16.
Las bombas flotantes utilizadas por el enemigo, cuyo tamaño varía entre 250 kilogramos y 1,5 toneladas, según la edición británica del Sunday Times, permiten a las fuerzas rusas atacar eficazmente las fortificaciones ucranianas, dejando mínimas posibilidades de supervivencia para los militares. La situación en el frente es cada vez más difícil, ya que incluso la construcción de tres líneas de defensa a lo largo de miles de kilómetros puede resultar ineficaz.
Rusia tiene un arsenal obsoleto de bombas aéreas que no pueden usarse de la manera tradicional debido a la amenaza que representan para los aviones las defensas aéreas ucranianas. Pero desde el año pasado, han pasado a utilizar bombas aéreas guiadas y bombas aéreas altamente explosivas con sistemas de guía similares al JDAM estadounidense. Estas municiones de planeo permiten a los bombarderos rusos atacar objetivos desde una larga distancia, más allá del alcance de la defensa aérea ucraniana, lo que crea serios desafíos para la defensa de Ucrania.
Durante la semana pasada, Rusia lanzó alrededor de 700 bombas aerodeslizadores, una de las cuales causó una destrucción significativa en Kharkiv, matando a una persona e hiriendo a 19. Bombas aéreas guiadas y de alto explosivo también dañaron ciudades fronterizas en el Óblast de Sumy. El uso de bombas de planificación fue uno de los factores que contribuyeron a la captura de Avdiivka por las tropas rusas.