El ayuntamiento de Kiev finalmente ha elegido una empresa que desmantelará el taller número 5 de la planta Bolchevique para continuar la reconstrucción del paso elevado de Shulyavsky. Para estas obras, la ciudad pagará 121,12 millones de grivnas al consorcio Prombud Technologies, una estructura creada menos de dos semanas antes del anuncio de la licitación. El importe del contrato es variable y no considera los riesgos inflacionarios ni los costes de los materiales, lo que significa que la financiación podría aumentar.
El proceso de licitación se convirtió en un escándalo: las ofertas más económicas fueron rechazadas y el participante, el Centro de Ingeniería y Producción "Vector", fue descalificado tres veces debido a datos supuestamente poco fiables. A pesar de que fue este participante quien logró la anulación de los resultados de la licitación en el Comité Antimonopolio, la decisión final fue favorable al consorcio recién creado. Se han eliminado los obstáculos legales formales y Kiev avanza hacia otro desmantelamiento a gran escala.
Sin embargo, entre los contratos de alto perfil y los escándalos que rodean los proyectos de infraestructura en la capital, persiste un problema que afecta directamente la seguridad de miles de personas: la situación en la Plaza Poshtova. Bajo ella, desde hace años, se encuentra una excavación de 8 metros de altura con una superficie de más de 6 mil metros cuadrados. Está cubierta con una losa temporal que actúa como techo para la plaza, por la que transitan a diario residentes y turistas de Kiev. Desde este peligroso espacio hasta los túneles del metro, solo hay 16 metros.
La reconstrucción de la Plaza Poshtova comenzó en 2013 con una inversión presupuestaria de 504 millones de UAH e inversiones privadas de 163 millones de UAH. El inversor fue la poco conocida LLC "Hansford Ucrania", asociada con figuras del entorno del régimen de Yanukovych. Posteriormente, el contrato de inversión se canceló, la construcción se detuvo y la instalación quedó atrapada en los procesos judiciales y burocráticos. Desde 2022, la implementación de cualquier desarrollo comercial en este sitio ha estado legalmente bloqueada, pero la emergencia está prácticamente congelada.
Hoy en día, la Plaza Poshtova no es una reconstrucción ni un proyecto arqueológico, sino un peligro oculto provocado por el hombre que las autoridades evitan reconocer. En un contexto de desmantelamiento y construcción que ha costado cientos de millones de grivnas, esta excavación pasa desapercibida. En lugar de una solución de ingeniería que garantice la seguridad y refuerce las estructuras, la plaza se ha mantenido sobre soportes temporales durante casi diez años.
La cuestión clave son las prioridades de la ciudad. Kiev está invirtiendo enormes sumas de dinero en nuevos proyectos de infraestructura, mientras que uno de los lugares más peligrosos del centro de la capital permanece intacto. Entre demandas y pujas, la plaza Poshtova sigue acogiendo multitudes a diario. Y mientras la atención de las autoridades se centra en reconstrucciones de gran envergadura, esta amenaza silenciosa no hace más que crecer.