Un nuevo estudio ha descubierto que restringir demasiado las calorías puede tener consecuencias peligrosas para la salud intestinal, especialmente las dietas que reducen drásticamente las calorías a menos de 800 calorías por día.
El experimento científico involucró a 80 mujeres mayores con sobrepeso y obesidad. La mitad siguió una dieta líquida con un contenido calórico muy bajo durante 16 semanas bajo supervisión médica. La otra mitad comió como de costumbre y sirvió como grupo de control. Antes y después del estudio, todas las participantes se sometieron a un análisis del microbioma intestinal.
Los resultados mostraron que no hubo cambios significativos en el grupo de control. Sin embargo, en las mujeres que siguieron una dieta hipocalórica estricta, se registró un desequilibrio significativo en la flora intestinal. Los microorganismos se adaptaron para sobrevivir en condiciones de deficiencia de nutrientes, comenzando a absorber azúcares de forma más activa. Esto condujo a un aumento en el nivel de la bacteria dañina Clostridioides difficile .
La reproducción excesiva de estas bacterias puede causar afecciones peligrosas, desde diarrea hasta colitis grave, que puede volverse crónica incluso con tratamiento regular. Los científicos advierten: al querer perder peso rápidamente, las personas corren el riesgo de alterar el funcionamiento intestinal y desarrollar enfermedades graves.
Los expertos destacan que la pérdida de peso debe ser gradual, manteniendo un equilibrio de nutrientes y consultando a un médico, y no a través de dietas extremas que agotan el organismo.