El jueves 5 de septiembre, la situación geomagnética se mantendrá en calma. Según los pronósticos, el índice Kr no superará 4, lo que corresponde únicamente a perturbaciones débiles en la magnetosfera. Para la mayoría de las personas, estos cambios serán imperceptibles y no se prevén riesgos para el funcionamiento de los equipos ni las comunicaciones.
Sin embargo, la situación cambiará al día siguiente. El 6 de septiembre, la Tierra se verá envuelta en una tormenta magnética de nivel G1, cuando el índice Kr ascenderá a 5. Según los expertos, la causa será una eyección de masa coronal del Sol. Según el Servicio Geológico Británico (BGS), la tormenta podría durar varios días.
Estos fenómenos pueden causar molestias en personas sensibles a la intemperie, como fluctuaciones de presión, dolores de cabeza, fatiga o alteraciones del sueño. También pueden presentarse pequeñas interrupciones en el funcionamiento de los sistemas de navegación y radio.
Cómo reducir el impacto de las tormentas magnéticas
Los médicos recomiendan durante este período descansar más, pasar tiempo al aire libre, beber suficiente agua y evitar el alcohol. También se debe evitar el estrés físico y emocional excesivo.