Después del final de la guerra, Ucrania enfrentará una serie de desafíos, entre los cuales una de las amenazas más peligrosas es la crisis demográfica. Según Oleksandr Gladun, subdirector de trabajos científicos del Instituto de Demografía y Problemas de Calidad de Vida de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania, la baja tasa de natalidad es el problema más grave para el futuro de Ucrania.
Para un crecimiento demográfico estable, cada 100 mujeres deberían tener entre 210 y 220 niños. Este indicador es alto incluso para los países europeos, donde la situación demográfica tampoco es ideal. En Ucrania, este nivel sigue siendo inalcanzable. Gladun señala que si se logra aumentar la tasa de natalidad a 160-180 niños por cada 100 mujeres, esto ya será una señal positiva para el país. Sin embargo, incluso con tales indicadores, la población seguirá disminuyendo, aunque no tan rápidamente como hoy.
Otro factor importante que puede ayudar a solucionar la crisis demográfica es el aumento de la esperanza de vida de la población. Esto requiere que todos los ciudadanos mantengan un estilo de vida saludable, así como el funcionamiento eficaz del sistema de atención sanitaria. Un aumento de la esperanza de vida puede contribuir significativamente a frenar el descenso de la población.
Hladun también enfatiza que gran parte de la situación demográfica de Ucrania depende de cuántos ucranianos regresarán al país después de la guerra. Más de 6 millones de ciudadanos que abandonaron el país a causa de la guerra se encuentran ahora en el extranjero. Si al menos la mitad de ellos regresa, será un gran impulso para la recuperación del país. Sin embargo, actualmente es difícil predecir el número exacto de quienes decidirán regresar, lo que crea otra incertidumbre para el futuro.
Estadísticas demográficas negras de Ucrania
La situación en Ucrania ya es extremadamente crítica. Según los últimos datos, el país ocupa el primer lugar en el mundo en términos de mortalidad y el último en términos de natalidad. Esto indica una necesidad urgente de desarrollar programas estatales destinados a estimular la tasa de natalidad, mejorar las condiciones de las familias jóvenes y garantizar garantías sociales.