Las enfermedades respiratorias estacionales, incluidas la influenza, Covid-19 y el adenovirus, pueden complicarse con la neumonía. El terapeuta contó cómo distinguir una infección viral de la neumonía grave, qué síntomas deben abordarse y cuándo ver a un médico de inmediato.
Las principales diferencias en la infección viral y la neumonía
Las infecciones virales generalmente se ven afectadas por el tracto respiratorio superior: nariz, garganta y bronquios. Se manifiestan en la garganta, dolor de cabeza, congestión nasal y tos seca. La temperatura puede aumentar, especialmente con la influenza, pero se reduce bien después de tomar antipiréticos.
La neumonía, por el contrario, se desarrolla como una infección primaria o como una complicación de una enfermedad viral. Se caracteriza por una tos húmeda con esputo amarillo o verde, dolor en el pecho, que se exacerba por la respiración, la falta de respiración y el deterioro general.
¿Cómo entender que la infección viral se ha convertido en neumonía?
Si los síntomas no mejoran después de 3-4 días, pero por el contrario, pueden ser peores, puede ser un signo de neumonía bacteriana. Consulte urgentemente a un médico en caso de:
- temperatura alta (más de 38 ° C), que no disminuye más de tres días;
- dificultad para respirar o falta de aliento;
- tos con esputo sangriento o verde;
- Un fuerte deterioro después de varios días de enfermedad.
Se debe prestar especial atención a los ancianos y a los pacientes con enfermedades crónicas. Pueden desarrollar neumonía sin síntomas típicos: fiebre o tos. En cambio, se puede deteriorar un deterioro de la bienvenida, la debilidad o incluso la confusión.
¿Necesita ir a su médico con un resfriado normal?
Si los síntomas son suaves, no hay fiebre, la tos es seca y la condición general es satisfactoria, puede ser tratado en casa. Sin embargo, cuando ocurren signos alarmantes, debe buscar atención médica con urgencia.
La neumonía es una enfermedad grave que requiere un tratamiento adecuado, incluidos los antibióticos y, en algunos casos, hospitalización. Una consulta oportuna con un médico puede prevenir complicaciones y mantener la salud.