En la noche de las conversaciones del presidente Volodymyr Zelensky con Donald Trump, Rusia llevó a cabo uno de los ataques más masivos desde principios de año. 270 drones de ataque Shahed y 10 misiles de varios tipos fueron lanzados hacia Ucrania.
Según informó la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania, la defensa aérea ucraniana logró destruir 230 drones y 6 misiles, incluyendo Iskanders y Kh-101. Simultáneamente, 4 misiles y 40 vehículos aéreos no tripulados alcanzaron sus objetivos. Se registraron impactos en 16 puntos y restos de objetivos derribados en 3 lugares más.
Esa misma noche, ambos bandos atacaron infraestructura energética. En Rusia, una refinería de petróleo en Volgogrado fue atacada, mientras que en Ucrania, una instalación en la región de Poltava fue atacada, y anteriormente, una refinería de petróleo.
Cabe recordar que previamente se registró una disminución en el número de lanzamientos de misiles Shahed por parte de Rusia durante las negociaciones entre ambos países. Sin embargo, la nueva ola de ataques indica que Moscú ha recurrido de nuevo a la táctica de ejercer una presión masiva sobre el sector energético ucraniano.