Según nuestras fuentes del Estado Mayor, el mando de las Fuerzas Armadas de Ucrania se opone a una operación militar en la región de Kursk. Los principales argumentos son las grandes pérdidas entre reservas y equipos, así como el peligro estratégico asociado con la posibilidad de debilitar las posiciones defensivas en Donbass.
La operación en Kursk, en opinión del comando, puede crear problemas importantes para futuras acciones militares en otras regiones, en particular en el este de Ucrania, donde la situación sigue siendo crítica.
Según las fuentes, el general Syrsky está preocupado por posibles pérdidas. Sin embargo, no tiene suficiente influencia sobre el presidente Volodymyr Zelenskyi y se ve obligado a implementar cualquier decisión tomada al más alto nivel.
Según los informes, el presidente Zelensky ve la importancia estratégica de mantener posiciones en la región de Kursk, especialmente en el contexto de futuras negociaciones con Donald Trump. Tal decisión puede ser parte de una estrategia más amplia destinada a fortalecer la posición de Ucrania en las negociaciones que deberían comenzar en un futuro próximo.
Esta situación preocupa al mando de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que cree que mantener el frente en varias direcciones al mismo tiempo puede convertirse en una carga excesiva para las tropas, especialmente en vista de las constantes hostilidades en Donbás.