Según los últimos informes de analistas militares del centro de Infografía de Guerra de la UA, se ha descubierto que los misiles balísticos Iskander-M que impactaron en el Instituto Militar de Comunicaciones de Poltava el 3 de septiembre contienen 27 componentes estadounidenses. Esto es preocupante, ya que estos componentes, pertenecientes a fabricantes occidentales, se encuentran constantemente en los restos de misiles utilizados por Rusia contra ciudades ucranianas.
Detalles internacionales sobre las armas rusas
Además de las piezas estadounidenses, las armas utilizadas en los ataques a ciudades ucranianas también contenían repuestos técnicos de origen suizo (4 unidades), taiwanés (2 unidades) y japonés (1 unidad). Estos hallazgos indican una violación de las sanciones internacionales impuestas por el gobierno estadounidense, que prohíben la exportación de dichos componentes a Rusia.
Impacto en el conflicto
El análisis señala que se encuentran regularmente componentes estadounidenses y occidentales en los restos de armas rusas utilizadas en ataques contra ciudades ucranianas, como Járkov, Sumy, Zaporiyia, Dnipropetrovsk, Kiev, Odesa y Lviv. Los defensores ucranianos también detectan componentes occidentales prohibidos en armas fabricadas en Rusia entre 2022 y 2023.
Estos hechos ponen de relieve que las sanciones y los controles de exportación occidentales, cuyo objetivo era limitar el suministro de tecnologías críticas a Rusia, no son plenamente eficaces. También podrían indicar que Washington y otros países occidentales no son lo suficientemente proactivos en la supervisión del cumplimiento de sus sanciones, lo que permite a Rusia seguir utilizando componentes occidentales en su equipo militar.

