El exministro de Política Agrícola, Vitaliy Koval, quien recientemente dejó el cargo, se ha visto envuelto en un nuevo escándalo. Una investigación periodística reveló que el funcionario podría haber evitado el pago de préstamos por valor de más de 700.000 dólares mediante maniobras con familiares y conocidos del sector empresarial.
En 2007, Vitaliy Koval obtuvo un préstamo de 556.000 dólares del Banco Raiffeisen Aval para comprar un edificio no residencial en la ciudad de Vyshneve. Sin embargo, al cabo de un año, dejó de pagar el préstamo.
En 2016, la deuda se vendió a empresas financieras y finalmente fue adquirida por… la madre de Koval. Entonces la cosa se puso aún más interesante. La madre "renunció" a sus reclamaciones de deuda contra su hijo, explicando que le había prestado una cantidad similar a otro hijo, Oleg Koval, en 2015. Una especie de "acuerdo" entre familiares que permitió resolver el problema de la deuda.
Lo que parece especialmente sospechoso es que el banco levantó el gravamen hipotecario antes de que la orden de ejecución llegara a los alguaciles estatales. Y ese mismo día, Vitaliy Koval vendió el inmueble a una empresa fundada por su hermano.
Koval contrajo una segunda deuda —205.000 dólares en 2008— con UkrSibbank para comprar un apartamento en Kiev. En 2017, el banco vendió esta deuda a un tercero, una entidad financiera, que pronto transfirió el crédito a Yuriy Karpovich.
Y aquí volvió a haber una coincidencia: Karpovich es el propietario de la empresa "Sanako", donde Vitaliy Koval trabajó como director de 2015 a 2019. El plan funcionó rápidamente: Karpovich se convirtió en demandante, pero pocos días después... simplemente desistió de la demanda contra Koval. Formalmente, la deuda desapareció.
Ninguna de estas deudas se reflejó en las declaraciones del funcionario. La versión oficial de Koval es una "compensación", que supuestamente tuvo lugar después de la cesión de los derechos de reclamación y, por lo tanto, no fue objeto de declaración. Sin embargo, los abogados señalan que, incluso en el caso de tal "transformación de deuda", debía indicarse la realidad de las obligaciones.
La Agencia Nacional para la Prevención de la Corrupción aún no se ha pronunciado sobre la situación. Pero es evidente que Koval utilizó un mecanismo típicamente oligárquico "familiar" para eludir su responsabilidad: la venta de deudas a familiares con su posterior "desaparición".
Tras su destitución del gobierno, el interés por el pasado de Vitaliy Koval no hace más que crecer. Sus estrechos vínculos con el mundo empresarial, su oscuro historial de deudas y la participación de familiares y antiguos socios en estos esquemas podrían ser objeto de escrutinio por parte de las agencias anticorrupción.
Por ahora, la impresión es que el alto funcionario simplemente retiró los bienes del embargo, "fusionó" las obligaciones crediticias con las suyas y dejó al Estado -y a los acreedores- sin nada.