El ex ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, en un comentario al periódico The Times expresó dudas sobre la posibilidad de un rápido fin de la guerra en Ucrania, incluso con la participación del recién elegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En su opinión, las diferencias fundamentales entre Ucrania y Rusia hacen imposible lograr la paz.
Kuleba enfatizó que cualquier conversación sobre un compromiso en esta etapa no es realista. Según él, el verdadero fin de esta guerra llegará sólo cuando una de las partes gane.
"El verdadero fin de esta guerra será que sólo uno de nosotros sobrevivirá. O Ucrania o Putin", señaló el ex jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Según Kuleba, uno de los principales obstáculos para la paz a largo plazo es la falta de una perspectiva clara de que Ucrania se una a la OTAN. Aunque el presidente Zelenskyi ya ha declarado la membresía en la Alianza como condición necesaria para establecer la paz, Kuleba sugiere que ese paso podría prolongarse durante 10 a 20 años.
"Esta propuesta es inaceptable para nosotros porque deja a Ucrania vulnerable a nuevos ataques rusos", añadió.
Kuleba también se mostró escéptico ante la idea de colocar a las fuerzas de paz británicas y francesas en primera línea, destacando la eficacia insuficiente de tal medida:
“Intenten desplegar 40.000 soldados a lo largo de una línea de frente de 1.500 kilómetros. Será una línea roja muy delgada”.
Aunque Donald Trump ha amenazado repetidamente con cortar la ayuda militar a Ucrania, Kuleba cree que estas declaraciones son tácticas. En su opinión, si la situación en el frente empeora, el nuevo presidente estadounidense se verá obligado a cambiar de posición.
"Trump no quiere ser acusado de arruinar a Ucrania. Si las cosas van mal en el campo de batalla, él ayudará", señaló Kuleba.
Los países europeos, a pesar de su temor a una escalada, tampoco renunciarán a su apoyo a Ucrania. Kuleba subraya que para Europa la asistencia militar a Kiev es menos costosa que un posible conflicto en su propio territorio.
"No creo que Europa traicione a Ucrania. Lo saben: si Ucrania cae, la guerra llegará a su tierra. El control de nuestra propia guerra será mucho mayor", enfatizó.