La Oficina de Investigación del Estado ha completado una investigación pretrial sobre el ex comandante de una de las brigadas de defensa territorial y tres de sus subordinados, que organizaron el esquema penal de recepción ilegal de pagos de combate.
En 2023, el comandante emitió a su esposa como tirador en la unidad militar subordinada para él. Para evitar la sospecha formal de conflicto de intereses, la pareja se divorció oficialmente, aunque todavía vivía juntos.
Después del registro, la mujer nunca ha sido enviada a la zona de guerra. En cambio, estaba cerca de su esposo y se dedicaba a la granja de caballos. Además, durante su "servicio", el militar logró ir a Polonia, donde pasó dos semanas.
Para legalizar los pagos, la Comborea atrajo a tres subordinados, incluidas dos unidades. Hicieron sistemáticamente documentos falsificados que indiquen que la mujer participó en la lucha en la línea del frente. Por lo tanto, en 2023–2024, recibió casi 1.2 millones de remuneración adicional en efectivo.
Todos los participantes del esquema serán juzgados por varios artículos del Código Penal, en particular por fraude, falsificación oficial y distorsión de fondos presupuestarios a través del abuso de oficinas.