El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pedido la reapertura del proceso de destitución iniciado en su contra en 2019 por presuntas presiones a Ucrania. En una publicación en la red social Truth Social, calificó el caso como el "destitución ucraniana" y afirmó que era "un fraude mucho más grave e ilegal que el Watergate".
Trump enfatizó que esperaba la intervención de las autoridades competentes, incluido el Congreso de Estados Unidos, para reexaminar las circunstancias de las acusaciones. También acusó a Adam Schiff, entonces vicepresidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, de "deshonestidad y corrupción".
El primer proceso de destitución contra Trump fue iniciado por el Partido Demócrata en 2019. El motivo fue su llamada telefónica al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Según los demócratas, Trump exigió que Ucrania investigara las actividades de Hunter Biden, hijo de Joe Biden, consideradas como presión para influir en las elecciones presidenciales estadounidenses.
A pesar de que la Cámara de Representantes impugnó a Trump, el Senado lo absolvió. Trump ha declarado repetidamente que los cargos tienen motivaciones políticas y que el caso es falso. Ahora, en vísperas de una nueva campaña electoral, Trump vuelve a este tema, utilizándolo como argumento contra sus oponentes.
Sus nuevas declaraciones pueden exacerbar la confrontación política en Estados Unidos, ya que el impeachment de 2019 sigue siendo uno de los acontecimientos más controvertidos en la política estadounidense moderna.