El concierto de Anna Trincher en Ternopil terminó en un sonoro escándalo. Durante la actuación, varios hombres irrumpieron repentinamente en el escenario e intentaron acercarse a la cantante. El personal de seguridad actuó al instante: los atacantes fueron desalojados rápidamente, impidiendo que dañaran a la artista.
Anna habló sobre el incidente en redes sociales, publicando un video del momento del ataque. Parecía que la historia solo pretendía generar compasión y apoyo, pero se desató una verdadera guerra de opiniones en los comentarios.
Muchos fanáticos destacaron la resistencia de la cantante y el trabajo de los guardias:
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"Anyuta, eres increíble. Esto es terrible. ¡Bien hecho, seguridad!"
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"Anya se comportó bien y reaccionó adecuadamente; no se confundió".
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"Esto es realmente estresante..."
Sin embargo, otros usuarios comenzaron a acusar a Trincher de "provocaciones", diciendo que los insultos demasiado francos supuestamente contribuyen a tales incidentes.
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"Eso es demasiado sexo. Un poco más y pronto estará dando conciertos completamente desnuda. Eso es lo que tiene."
Los fanáticos de la cantante reaccionaron instantáneamente a esto:
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"Estoy impactado por los comentarios. ¿Qué le pasa a la gente?"
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"¿Por qué nadie ataca al cantante de Imagine Dragons sin camiseta?"
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"Estoy totalmente a favor de que las mujeres apoyen a las mujeres y creen una comunidad libre de odio".
Algunos usuarios expresaron dudas sobre la realidad del incidente, sugiriendo que se trató de una campaña de relaciones públicas planificada:
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"¡Qué gran actuación de los actores! ¡Esto es un Oscar!"
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"Es obvio que contrataron gente para generar expectación".
En cualquier caso, el acontecimiento recibió una amplia publicidad y en torno al nombre de Trincher surgió una polémica que reavivó el viejo debate sobre la línea entre imagen escénica y provocación.
En lo único que casi todo el mundo está de acuerdo es que, independientemente de las circunstancias, cualquier violencia en los conciertos es absolutamente inaceptable.