Las manzanas son una de las frutas más populares y saludables. No solo son deliciosas, sino que también ayudan a mantener la salud y a prevenir numerosas enfermedades. El consumo diario de una o más manzanas puede tener un efecto positivo en la digestión, el sistema cardiovascular, el peso y el sistema inmunitario.
Mejorar la digestión
Las manzanas son ricas en pectina, una fibra soluble que ayuda a regular el tránsito intestinal. La pectina absorbe agua, lo que hace que las heces sean más blandas y voluminosas, y también actúa como prebiótico, estimulando el crecimiento de bacterias beneficiosas.
Salud del corazón
El consumo regular de 100 a 150 g de manzana al día se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Esta fruta ayuda a normalizar la presión arterial, reducir los niveles de colesterol "malo", reducir la inflamación y mejorar la función vascular.
Control de peso
Las manzanas son ricas en agua y fibra, pero bajas en calorías, lo que ayuda a mantener la sensación de saciedad y a reducir la ingesta calórica. Estudios demuestran que las personas que comen dos manzanas al día tienen un 36 % menos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Fortalecimiento de la inmunidad
Las manzanas son una fuente de vitamina C y antioxidantes como la quercetina, la catequina y el ácido clorogénico, que ayudan al cuerpo a combatir enfermedades y mejoran la absorción de hierro.
Prevención de enfermedades cancerosas
Los triterpenos y fitoesteroles presentes en las manzanas tienen propiedades anticancerígenas y se investigan activamente para la prevención del cáncer de piel y de cuello uterino. Los antioxidantes de la fruta ayudan a proteger las células del daño y reducen el riesgo de tumores.
Incluir manzanas en tu dieta todos los días es una forma sencilla y deliciosa de mantener la salud y prevenir enfermedades.

