Los ministros de defensa de Estonia y Lituania se opusieron abiertamente al cese de la guerra en Ucrania, diciendo que tal parada solo llevará al Kremlin a una nueva fase de agresión, esta vez ya directamente contra los países bálticos. Sobre ello informa tiempos financieros .
El mensaje de dos ministros fue directo e inequívoco: si Rusia hace una pausa, no lo usará para la paz. Por el contrario, Moscú lo usará para reagruparse, fortalecer el ejército y liberar a las fuerzas más cerca de las fronteras de la OTAN. Y el siguiente propósito puede ser Lituania, Estonia y Letonia.
"Todos entendemos que cuando se detenga la guerra en Ucrania, Rusia redistribuirá sus fuerzas muy rápidamente. Esto significa que la amenaza también aumentará significativamente", dijo el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Makur.
Hizo hincapié en que unos 600,000 soldados rusos, que ahora están involucrados en la guerra contra Ucrania, pueden dirigirse al noreste de Europa en los próximos meses después de una posible "pausa".
Su colega lituano está de acuerdo: el alto el fuego no será una victoria de la paz, sino un "descanso para el agresor".
"Rusia usará este tiempo para fortalecer su potencial militar. Ya tienen un gran ejército entrenado en el campo de batalla. Solo lo intensificarán hasta que Occidente piense que la amenaza se rechazó", dijo.
Los ministros bálticos han apoyado una posición que previamente ha causado una indignación grave en Ucrania. Estamos hablando de las palabras del jefe de inteligencia federal de Alemania Bruno Kalya, quien declaró que la guerra debería durar hasta 2030, supuestamente le daría tiempo a Europa para volver a equipar.
Tal enfoque cínico, dicen, "deja que los ucranianos peleen mientras nos preparamos", fue considerado como una traición a los valores básicos de la asociación occidental. Al mismo tiempo, las declaraciones de los ministros lituanos y estonios tienen una implicación diferente: no es un retraso consciente en la guerra, sino sobre la necesidad de evitar su parada artificial sin garantías de seguridad.
De hecho, la posición de los países bálticos es una clara comprensión de que la guerra actual no es un "conflicto local". Es el frente de la seguridad pan -europea. Si Ucrania se ve obligada a aceptar la "tregua" sin una victoria real, Europa recibirá otra guerra, ya en la UE.
Es por eso que los ministros de defensa de Estonia y Lituania instan a no presionar a Kiev por negociaciones con Moscú, sino por el contrario, para apoyar a las fuerzas armadas de todas las formas posibles hasta la derrota final del agresor.