El 17 de agosto, la situación de seguridad nuclear en la central nuclear de Zaporizhzhia (ZNPP), en la zona temporalmente ocupada de Energodar, se deterioró drásticamente después de un ataque con aviones no tripulados. El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, confirmó esta información en su comunicado.
Según la información, se cree que el dron con explosivos impactó en la zona cercana a los estanques de refrigeración de la ZNPP y a unos 100 metros de la línea de transmisión Dniéper, la única línea de kilovoltios que suministra energía a la central nuclear. Esto pone de relieve la gravedad del incidente, ya que cualquier daño en la zona de refrigeración o suministro eléctrico podría afectar significativamente a la seguridad de la instalación.
Los especialistas de la OIEA que llegaron al lugar del ataque registraron daños que, según sus estimaciones, fueron causados por la explosión de un dron. Aunque los civiles no resultaron heridos y los equipos de la ZNPP no sufrieron daños, el incidente ocurrió entre las dos puertas centrales de la planta, lo que aumenta la amenaza a la seguridad.
Rafael Grossi subrayó la gravedad de la situación y llamó a todas las partes a ejercer la "máxima moderación". El Director General de la OIEA destacó la importancia de evitar nuevos ataques o acciones militares cerca de instalaciones nucleares para evitar consecuencias potencialmente catastróficas.
Además, los expertos de la OIEA informaron sobre la intensa actividad militar en los alrededores de la ZNPP durante la última semana. El equipo de la organización registró frecuentes explosiones, artillería y disparos de ametralladoras pesadas y rifles, lo que indica la escalada del conflicto en la región.