Pero el ataque a la región de Kursk "destruyó las predicciones de que los dos países podrían avanzar hacia un alto el fuego".
Ahora "Kiev está haciendo una apuesta arriesgada a que la invasión le dará una nueva ventaja para concluir un acuerdo rentable con el Kremlin". Pero dos ex funcionarios rusos dijeron que las perspectivas de conversaciones de alto el fuego se han vuelto más remotas. Uno de ellos dijo que Putin ahora apunta "no a la paz, sino a la venganza".
Los funcionarios ucranianos dijeron al NYT que las declaraciones públicas de Zelenskyi mencionadas anteriormente – combinadas con la planificación secreta de una ofensiva en el Óblast de Kursk – “eran dos componentes de la misma estrategia”.
Pero "está lejos de ser obvio que una combinación de presión militar y diplomática funcionará con Putin, quien hasta ahora ha enfrentado obstáculos políticos y económicos en casa y ha demostrado que está dispuesto a asumir grandes costos para ganarse a Ucrania". dice el artículo.
El político ruso Grigory Yavlinskyi, que se reunió con Putin en octubre pasado para presionar por un alto el fuego, dijo que se esperaba que "las hostilidades cesen este año". Pero, según él, cayó tras la ofensiva de las Fuerzas Armadas en la región de Kursk.
"Los acontecimientos que acaban de ocurrir han reducido todas esas posibilidades, las han eliminado por completo de la agenda", dijo Yavlinskyi.
