El 6 de diciembre de 2024, las tropas rusas asestaron otro golpe devastador a Zaporizhzhia, que tuvo terribles consecuencias para los civiles de la ciudad. A las 18.00 horas, cuando había muchos coches en las carreteras, el ejército ruso utilizó bombas aéreas guiadas (UAV), por lo que gran parte de los muertos fueron quemados vivos en los coches.
Como informó un corresponsal de Zaporizhzhia, el impacto en la carretera se produjo durante la hora punta, cuando había mucha gente en las vías. Los coches se detuvieron en un semáforo y en ese momento los pilotos rusos atacaron. Según testigos presenciales, esto sucedió en el contexto de una gran cantidad de automóviles y personas cerca de los centros comerciales, lo que no hizo más que aumentar la magnitud de la tragedia.
"Estaba afuera y de repente vi un destello, y luego escuché una fuerte explosión. Me encontraba aproximadamente a un kilómetro del lugar de llegada. Hay un vídeo que muestra lo que pasó: un verdadero apocalipsis", afirmó el periodista.
Las consecuencias del impacto fueron aún más terribles cuando los residentes locales intentaron salvar a las víctimas, sacando a las personas de los coches en llamas antes de la llegada de los rescatistas. De 10 muertos, 8 personas fueron quemadas vivas en coches. Otras 24 personas resultaron heridas, entre ellas tres niños.
"Esta escoria fascista, los pilotos de la Luftwaffe de Putin, quemaron a personas inocentes en la carretera con su bomba. Fue un verdadero infierno", comentó el periodista sobre la situación.
Las explosiones, que no sólo tenían como objetivo destruir la infraestructura, sino también aterrorizar a la población civil, se convirtieron en otra página trágica de la guerra librada por Rusia contra Ucrania.