Rusia detuvo el tránsito de gas a través del territorio de Ucrania hacia Austria, lo que provocó otra ronda de tensiones energéticas en Europa. Esta decisión provocó una fuerte reacción de la parte ucraniana, que acusó al Kremlin de utilizar los recursos energéticos como herramienta de chantaje.
"Después de cortar el suministro de gas a Austria, Rusia vuelve a utilizar la energía como arma. Sin embargo, el gobierno austriaco garantizará sin duda la seguridad energética y rechazará el chantaje. La era en la que Europa dependía del gas ruso ha terminado. Es hora de recortar por completo los beneficios energéticos rusos y la financiación de la guerra", escribió el jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores, Andriy Sybiga, en X.
Su declaración apareció después del anuncio de que la empresa rusa "Gazprom" suspenderá el tránsito de gas a través de Ucrania hacia Austria a partir del 16 de noviembre.
Esto se produjo tras la decisión de la empresa austriaca OMV de acreditar en las cuentas del contrato con Gazprom los 230 millones de euros recibidos en el arbitraje contra Gazprom. OMV advirtió entonces sobre una "posible interrupción del suministro de gas" procedente de Rusia.