Mientras la ley marcial y la movilización general continúan en Ucrania, el gobierno y el mando militar están implementando cambios diseñados para aumentar la capacidad de combate del ejército y garantizar el funcionamiento de industrias críticas. En este contexto, la posibilidad de una mayor movilización en 2026 se debate cada vez más.
El Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Syrskyi, destacó que el principal recurso del ejército sigue siendo el personal. Según él, el equipamiento es importante, pero es el personal el que determina la capacidad del país para resistir la ofensiva rusa. En este sentido, enfatizó la necesidad de fortalecer la movilización y el reclutamiento.
Syrsky señaló que la duración del entrenamiento básico de armas combinadas ya se ha incrementado a 51 días. Los procesos de entrenamiento se están trasladando del frente, asegurando a los cuerpos tras los campos de entrenamiento en las regiones central y occidental para reducir los riesgos y mejorar la calidad del entrenamiento. Prestó especial atención al programa de adaptación para reclutas, cuyo objetivo es reducir los casos de abandono no autorizado de la unidad. El Comandante en Jefe también ordenó acelerar la construcción y el equipamiento de refugios en los campos de entrenamiento, ya que la situación de seguridad en algunas instalaciones seguía siendo insatisfactoria.
El analista militar Ivan Tymochko predice que la movilización podría enfrentar nuevos desafíos en 2026. Según él, Rusia se centrará en aumentar el número de infantería, incluyendo la movilización de prisioneros, lo que le permitirá recuperar rápidamente las pérdidas. Esto, según el experto, genera una presión adicional sobre el sistema de movilización ucraniano, lo que también requerirá un aumento en el volumen de reclutamiento.
Roman Kostenko, secretario del Comité de Seguridad Nacional de la Verjovna Rada, declaró anteriormente que la tasa actual de movilización —unas 30.000 personas al mes— cubre solo la mitad de las necesidades de las Fuerzas Armadas. En estas condiciones, la cuestión del aumento del reclutamiento sigue abierta y dependerá del ritmo de las hostilidades, las necesidades estratégicas del ejército y las decisiones de la Verjovna Rada.
La cúpula militar destaca que los procesos de movilización seguirán ajustándose según la situación en el frente, y el énfasis en el entrenamiento, la seguridad de los centros de entrenamiento y la adaptación de los combatientes seguirá siendo una prioridad.

